turbinas eólicas y muerte de pájaros

Muchos grandes grupos ecologistas, como Birdlife, Greenpeace, WWF y Amigos de la Tierra han apoyado a las energías renovables y a la energía eólica.

El cambio climático era la mayor amenaza para las aves y el viento y la obtención de energía de fuentes naturales y renovables son una solución para evitar el cambio climático.




Los parques eólicos están sujetos a evaluaciones de impacto ambiental antes de ser construidas, para de esta manera garantizar que no afectará en el entorno inmediato, incluyendo la fauna y la flora. 

Los aerogeneradores son los culpables de una mínima porción de la muerte de aves por colisiones o por objetos creados por el ser humano.

turbinas eólicas y muerte de pájaros


En el 2012, en Reino Unido, fue llevado a cabo un estudio realizado por Pearce-Higgins et al.

En este estudio llegaron a la conclusión de que la gran mayoría de especies pueden coexistir y prosperar con los parques eólicos, incluso cuando estos están plenamente operativos.




Según otro estudio realizado por Green Blue Energy, teniendo en cuenta todas las estructuras actuales que hay en alta mar y las tasas de mortalidad para diferentes especies de aves, cubren un rango de 0,01 a 23 muertes por año.

Se ha calculado que, en los Estados Unidos, las turbinas de viento provocan la muerte de entre un 0,01 a 0,02% de las aves que fallecen por colisiones con objetos creados por el hombre en un año natural.



La energía nuclear como fuente energética

El Big Bang o Gran Explosión dio origen al universo hace unos 15 mil millones de años. Todo el universo conocido está formado de energía y de materia.

La materia no es otra cosa que una forma concentrada de energía.




La luz que nos llega de las galaxias y nebulosas, así como el calor producido por nuestro sol, son consecuencia de la interrelación entre la materia y la energía.

Todos los cuerpos del espacio, incluidos los planetas del sistema solar, están compuestos por la misma materia.

El planeta Tierra en el que vivimos, con sus nubes, océanos, montañas y rocas, así como el agua en sus diferentes estados, todo ello está formado por la misma materia básica.

el átomo y la energía nuclear
el átomo y la energía nuclear

Esto incluye también a los seres vivos. La corteza de los árboles, la piel y los ojos de los animales, el plumaje de los pájaros, las flores y el resto de los seres vivos están formados por elementos o combinaciones de ellos.

También el hombre está compuesto por los mismos elementos.




Toda la materia está compuesta por unos 100 elementos que se combinan y forman la gran variedad de compuestos presentes en la naturaleza.

Estos elementos tienen características físicas y químicas que los distinguen entre sí, pero también tienen características comunes.

elementos tabla mendeleiev

Pocas veces se encuentran en estado puro. Todos están compuestos por pequeños corpúsculos llamados átomos y cada uno de los 100 elementos tiene su propio tipo de átomos.

Unos minúsculos gránulos de azufre miden una décima de milímetro, sin embargo los átomos son todavía un millón de veces más pequeños.

Cada átomo tiene un núcleo y una envoltura electrónica. El núcleo está formado por protones y neutrones, y la envoltura está formada por las trayectorias de unas partículas llamadas electrones, que giran a gran velocidad alrededor del núcleo.

La energía eléctrica se produce entre los protones del núcleo (que tienen carga positiva) y los electrones que giran a su alrededor (que tienen carga negativa).

También hay fuerzas nucleares entre los protones y neutrones del núcleo del átomo. El hombre utiliza la energía que liberan las fuerzas nucleares desde hace relativamente poco tiempo, con fines tanto militares como civiles.

Energía nuclear


Los elementos se diferencian entre sí por el tamaño y la estructura de sus átomos, aunque todos están compuestos por las mismas partículas.

En el núcleo atómico se concentra el 99,9 % de la masa del átomo. Está compuesto por protones con carga eléctrica positiva y neutrones, que tienen casi la misma masa pero sin carga eléctrica alguna.

definicion energia nuclear

Alrededor del núcleo giran los electrones, que apenas tienen masa pero que están cargados negativamente.

El núcleo es muy pequeño respecto al átomo, y si consiguiéramos tener un núcleo de un centímetro de diámetro, el átomo entero tendría un diámetro como la longitud de un campo de fútbol.

El átomo es eléctricamente neutro, porque tiene igual número de protones y electrones. Este número igual de electrones y protones se conoce como número atómico, y es distinto para cada elemento.

Por ejemplo el Hidrógeno tiene un número atómico 1, porque sus átomos tienen un protón y un electrón.

El Oxígeno tiene 8 de número atómico, porque sus átomos tienen 8 electrones y 8 protones.

El Uranio, tan difícil de extraer de la naturaleza, tiene 92 de número atómico.

Los protones y los neutrones del núcleo están unidos por una fuerza que se llama fuerza nuclear. Se puede obtener energía dividiendo un núcleo pesado en dos más pequeños.

Este proceso se llama fisión nuclear. El físico Otto Hann cojan produjo la primera ficción de la historia.

fision nuclear


Fisión Nuclear


La energía nuclear que se utiliza en la industria sigue el proceso de la fisión nuclear. En este proceso se toma un elemento pesado como el Uranio y se bombardea con neutrones.

Al ser bombardeado este núcleo, se divide en dos más pequeños desapareciendo parte de su masa, que se convierte en energía.

La relación entre masa y energía la enunció Albert Einstein en una de las fórmulas más famosas de la historia: E=mc²

Pero además de energía, en la fisión se liberan dos o tres neutrones que salen despedidos y que pueden golpear nuevos núcleos, provocando nuevas fisiones.

Este fenómeno se llama reacción en cadena. Cuando esto sucede de forma incontrolada, se produce una explosión nuclear.

Estas imágenes que tomaron semanas más tarde de la explosión de Hiroshima en 1945

efectos bomba fision nuclear japon



Esta bomba era unas dos mil veces más potente que cualquier otra arma utilizada hasta entonces.

A pesar del enorme poder de una explosión de fisión, sólo se ha convertido en energía una milésima parte de la masa de uranio.

Para poder regular la energía que se produce en las reacciones de fisión nuclear se necesita un sistema de control del número de divisiones. Esto es lo que sucede en un reactor nuclear.

Reactor nuclear


Un reactor nuclear consiste básicamente en una vasija, en cuyo interior se encuentra el combustible nuclear, que suele ser uranio o plutonio.

Para controlar la reacción, se utilizan unas barras deslizantes de Cadmio, que absorben los neutrones y regulan el proceso.

También dentro del reactor hay un refrigerante, que absorbe el calor liberado por la fisión.

reactor nuclear

La energía que se libera en la fisión, calienta el líquido o gas refrigerante. Este refrigerante pasa hasta un generador, donde la energía calorífica se transforma en energía eléctrica, que se puede utilizar para el consumo.

El mayor problema que plantea este tipo de proceso, es que los productos de desecho que se producen son radiactivos, y su eliminación es muy complicada.

Es necesario enterrarlos y aislarlos de la forma más hermética y duradera posible, porque muchos de ellos siguen siendo peligrosos incluso después de cientos de años.

la fusion nuclear
la fusión nuclear

Fusión nuclear


Una reacción de fusión nuclear consiste en unir dos núcleos ligeros, como los del Hidrógeno, para formar uno más pesado, como el del Helio. Para ello hay que vencer las fuerzas eléctricas que repelen a los protones.

En esta reacción se libera mucha más energía que en la ficción.

En 1952 se utilizó este proceso con fines militares, y se consiguió la bomba atómica de fusión o Bomba H, que es mucho más destructiva que la bomba de fisión.

bomba atomica

Para que comience la fusión nuclear, es necesario calentar el Hidrógeno a enormes temperaturas. Llega un momento en que los átomos de Hidrógeno pierden su electrón. En estas circunstancias los núcleos chocan entre sí, y se produce la fusión.

Esto es lo que ocurre en el núcleo del sol, que actúa como una gigantesca central de fusión.

Allí, el hidrógeno es continuamente transformado en helio y se liberan inmensas cantidades de energía. Esa energía es la que luego llega a nosotros en forma de luz y calor, y crea las condiciones necesarias para el desarrollo de la vida en nuestro planeta.

A pesar de los éxitos europeos, la fusión nuclear plantea serios problemas de explotación, ya que precisa temperaturas de más de 200 millones de grados centígrados.

Las centrales de fusión no serán operativas antes del 2030.

generacion energia nuclear

La fusión tendría ventajas decisivas frente a la fisión nuclear, ya que permitiría una mayor producción de energía, y ello con disponibilidad ilimitada de combustible que es el hidrógeno, fácilmente extraíble del agua.

Por otra parte, se eliminaría el grave problema de los desechos radiactivos, que son mucho menores en el proceso de fusión.






Información sobre la Luz, preguntas y respuestas

La luz es algo a lo que estamos tan acostumbrados que nunca nos paramos a pensar qué es realmente. Es un hecho evidente que nuestro mundo sería muy diferente si no existiera la luz, o simplemente si nosotros no fuéramos capaces de verla. Ya en el siglo diecisiete, los científicos estaban divididos respecto a su naturaleza. Unos pensaban que estaba formada por haces de alguna clase de partículas. Otra teoría afirmaba que la luz se propagaba en forma de ondas.

Hay muchas preguntas que hacerse sobre la Luz.

Si vemos las cosas es porque hay luz. Pero de qué manera afecta a las cosas para que las veamos?

Qué relación tiene la luz con los colores?

Por qué unos cuerpos emiten luz y otros no?

Por qué se comporta la luz de forma diferente en el aire que en el agua?

Por qué la luz puede atravesar unos cuerpos y otros no?

Para entender esto, primero tenemos que saber qué es la luz.

Naturaleza de la Luz


Hoy sabemos que la luz se traslada por el espacio en forma de pequeños paquetes de energía llamados fotones. Estos fotones reúnen las propiedades de las ondas y de las partículas. Como la luz, el sonido también viaja en forma de ondas, pero mientras en el sonido vibra el medio en el que se propaga la onda, como en el caso el agua, en la luz vibran unos campos eléctricos y magnéticos y por eso se llaman ondas electromagnéticas.

informacion preguntas respuestas luz

Estas ondas vibran en sentido horizontal y vertical y son perpendiculares a la dirección en que se propaga la onda. Así como el oído humano puede distinguir diferentes frecuencias o tonos, la vista distingue colores. Isaac Newton fue el primero en descubrir que la luz blanca está compuesta de varios colores. Dejó que la luz del sol entrará en una habitación oscura a través de un orificio hecho en la cortina. El rayo de luz pasaba luego por un prisma de vidrio triangular. La luz blanca del sol se descompone una banda de colores llamada espectro.

El espectro tiene el mismo aspecto que el arco iris, lo que no es una coincidencia, porque las gotas de lluvia también pueden actuar como prismas. El haz multicolor que sale de un prisma se puede recombinar para dar luz blanca de nuevo. La diferencia entre los colores es su longitud de onda. El ojo humano sólo puede distinguir las longitudes de onda que corresponden a la luz visible. Existen varias longitudes de ondas electromagnéticas, algunas de las cuales sólo pueden ser captadas por aparatos específicos, como los rayos gamma, los rayos x y los ultravioletas.

rayos de luz visible

La luz visible se sitúa entre los rayos ultravioletas y los infrarrojos. Con mayores longitudes de onda están las microondas, utilizadas entre otras cosas para el radar y las ondas de radio y televisión. Al igual que hay objetos que captan las diferentes longitudes de onda, hay objetos que las emite. Entre éstos están las fuentes de luz visible.

Fuentes luminosas


Toda la luz que recibimos procede de los cuerpos con luz propia, a los que se les llama fuentes luminosas. Son los cuerpos capaces de emitir luz por sí mismos, gracias a la transformación de otra energía en luz. El sol es nuestra principal fuente de luz. Su energía procede de la fusión de los átomos de hidrógeno.
Las bombillas incandescentes se iluminan porque la energía eléctrica pasa a través del filamento y lo calienta hasta la incandescencia. Los metales emiten luz cuando se le suministran grandes cantidades de energía calorífica.

La llama de las lámparas de petróleo brilla por la energía química que libera el combustible. Esta transformación de energía en luz se produce en el átomo.

fuentes luminosas

Imaginemos un electrón en un átomo describiendo una órbita circular. Si el átomo absorbe energía, el electrón salta a una órbita superior. Cuando vuelve a bajar emite la energía excedente en forma de onda electromagnética, parte de ella en forma de luz visible. En este caso se desprende del átomo una especie de partícula dotada de energía, llamada fotón.

La mayoría de los cuerpos no emiten luz, sino que reflejan la que reciben. Los objetos iluminados absorben parte de la luz que reciben y reflejan otra. El color de los cuerpos es consecuencia de esto. Cuando la luz blanca incide sobre un objeto, este absorbe parte del espectro y refleja el resto, apareciendo de un determinado color.

lamparas de luz

Por ejemplo, una superficie amarilla absorbe todos los colores del espectro, menos el componente amarillo que es el que refleja. Cuando un cuerpo absorbe toda la luz que recibe, es negro. Sin embargo, los cuerpos son blancos cuando reflejan toda la luz que reciben.

La capacidad de los objetos de reflejar la luz y los diferentes colores del espectro hacen que vivamos en un mundo multicolor.

Propagación de la luz


La luz se propaga normalmente en línea recta y en todas las direcciones del espacio, lo mismo que una onda que aparece en un estanque cuando tiramos una piedra. Su cualidad de onda electromagnética hace que pueda viajar por el vacío sin necesidad de que exista un medio por el que propagarse. Gracias a esto, recibimos en la Tierra los beneficiosos rayos del sol, tan necesarios para la vida en nuestro planeta.

Evidentemente la luz viaja también a través de los gases como el aire de nuestra atmósfera, porque las moléculas gaseosas apenas ofrecen impedimento al paso de las ondas luminosas. La luz también puede atravesar los líquidos como el agua, aunque su comportamiento varía en cierta forma. En este medio, la luz viaja a menor velocidad, y las moléculas más rígidas que los gases desvían algunas ondas luminosas.

descomposicion luz blanca en prisma

La luz al cambiar de la idea al agua, desvia su trayectoria como consecuencia del cambio de velocidad. Lo mismo puede ocurrir con algunos cuerpos sólidos transparentes como el vidrio. Tallando adecuadamente estos objetos se puede controlar la desviación de la luz, y esto es lo que estudia la ciencia de la óptica.
Existen múltiples aplicaciones de esta ciencia. Por ejemplo, en las lentes de los telescopios que estudian las estrellas. También se usan en los objetivos fotográficos o de cine, entre otras cosas. Pero la mayoría de los cuerpos sólidos no son transparentes sino opacos. Es decir, no permiten el paso de ningún rayo de luz.

Algunas sustancias, como el hielo, son opacas si se encuentran en grandes cantidades, pero en otras ocasiones permiten el paso de la luz de forma difusa. Lo que hace que no podamos ver las cosas claramente a través de ellos. Estos son los que se llaman cuerpos traslúcidos.

velocidad de la luz

Velocidad de la luz


Antiguamente se pensaba que la luz se propagaba de forma instantánea. En 1676 el astrónomo Roemer observó que la luz de los satélites de Júpiter tardaba más en llegar a la Tierra cuando ésta estaba más alejadas del planeta. Determinó que la velocidad de la luz en el vacío era alrededor de 300 mil kilómetros por segundo.

Es decir, un rayo de luz lanzado desde la Tierra a la luna tardaría algo más de un segundo.

Desde el Sol, tardaría aún a los ocho minutos.

Hasta Saturno, casi una hora

Y unos cuatro años desde la estrella más cercana. Recibimos la luz que enviaron las galaxias hace millones de años

La Tierra, un planeta que debemos cuidar

En la inmensidad del espacio, perdido entre incontables estrellas, un pequeño planeta gira sobre si mismo. Hay algo que lo distingue de los demás, es nuestro hogar. La Tierra, uno de los nueve planetas que giran alrededor de una estrella llamada Sol. Cuando el Neil Armstrong  alunizó en 1969, miró hacia la Tierra y dijo que nuestro hogar era grande, brillante y bellísimo.

Aunque la Tierra es mucho menor que los cuatro planetas gaseosos, tiene el tamaño y densidad apropiados para retener su atmósfera. Situado en una zona privilegiada del sistema Solar, recibe el calor justo para que pueda desarrollarse la vida. La Tierra tiene una atmósfera compuesta principalmente de nitrógeno y oxígeno, y a diferencia de los demás planetas del sistema Solar, contiene grandes cantidades de agua en estado liquido.

Esto ha permitido que se desarrollen y alimenten los 20 billones de toneladas de animales y plantas que viven sobre la Tierra.

planeta tierra foto del espacio

Composición de la Tierra

Aunque hoy en día conocemos con bastante precisión el conjunto de la superficie terrestre, sin embargo el interior de nuestro planeta nos es aún prácticamente desconocido. Para conocer el interior de la Tierra se utilizan diferentes métodos:

Uno de ellos, que apenas ha arañado su superficie es la prospección geológica . Otro método es el estudio de los meteoritos , que son restos de planetas desintegrarlos. También se analiza la materia expulsada por los volcanes procedente de las capas profundas del planeta.

Es de suma importancia el estudio de los terremotos. Las diferentes velocidades de las ondas sísmicas al atravesar las distintas capas de la Tierra nos dan una idea de la composición de los materiales que las forman. En el centro de la Tierra hay un núcleo de unos 7.000 kilómetros de diámetro formado por hierro y niquel, con una temperatura de unos 3.000 grados centígrados.

Entre el núcleo y la corteza exterior está el manto: una capa de material viscoso de unos 2.900 kilómetros de espesor, con una temperatura entre 600 y 2.500 grados, según las zonas. Está compuesta de silicio magnesio y niquel.

La corteza es la delgada capa sólida de la superficie de la Tierra y está compuesta sobre todo por silicio y aluminio. Tiene un espesor medio de unos 35 kilómetros, aunque bajo los grandes sistemas montañosos puede alcanzar los 100 kilómetros, y en algunas zonas del fondo oceánico su espesor es de unos cinco kilómetros.

La superficie terrestre


La corteza terrestre o Litosfera es la parte externa de la Tierra. Representa tan sólo el 1 por ciento de su masa total y está formada por una serie de placas que flotan sobre el manto viscoso. Estas placas están en continuo movimiento, debido a la energía interna de la Tierra. Hace 200 millones de años los continentes formaban una única masa de Tierra llamada Pangea. Lentamente, este súper continente se fue desplazando en otros más pequeños que se separaron hasta su forma actual.

Las placas siguen en continuo movimiento, y dentro de 50 millones de años, la geografía terrestre será muy diferente al actual. En algunos lugares, como en el fondo del Océano Atlántico, las placas se están separando. Cuando dos placas se separan se producen grietas por donde sale el magma del manto, y forma enormes cadenas montañosas. Algunas montañas son tan grandes que salen a la superficie y forman islas.

En otros lugares, las placas colisionan y arrugan la corteza terrestre. Cuando la placa de la India chocó con la placa asiática, se levantó la cordillera del Himalaya. Cuando dos placas se encuentran, normalmente una se hunde bajo la otra, y esa tremenda presión se libera en forma de terremotos y erupciones volcánicas. Hay lugares como la zona de la Falla de San Andrés, donde las placas se deslizan lateralmente y estas fricciones producen violentos terremotos.

La superficie terrestre está ocupada por agua en un 70%. Esta capa líquida llamada Hidrosfera tiene una profundidad media de 4.500 metros y regula la temperatura y la humedad de todo el planeta. Aquí surgió la vida hace millones de años. Envolviendo tanto a la Litósfera como a la Hidrósfera está la Atmósfera la capa gaseosa que rodea el planeta, filtrando la energía radiante procedente del Sol Esta energía se recibe de forma desigual y produce las diferentes presiones que originan los vientos.

Las diferencias de temperatura y humedad de las distintas zonas han originado una gran variedad de climas. Nuestra atmósfera está compuesta principalmente por oxígeno y nitrógeno, pero también tiene menores cantidades de otra importante sustancia: el dióxido de carbono. Un gas imprescindible para que las plantas realicen el proceso de la fotosíntesis.

La Hidrósfera y la Atmósfera son los dos grandes reguladores de la temperatura del planeta. Sin ellas, los cambios de temperatura serían muy bruscos. De noche la temperatura bajaría a 150 grados bajo cero y durante el día se superarían los 100 grados, por lo que el mundo en que vivimos sería muy diferente.

La vida en la Tierra


Hay lugares del planeta que ofrecen las condiciones más apropiadas para el desarrollo y diversificación de la vida: son las selvas tropicales. Sin embargo, algunas especies se las han arreglado para sobrevivir en lugares donde las condiciones son realmente difíciles. De hecho, toda la historia de la vida desde sus orígenes no es otra cosa que la lucha por adaptarse a las diversas condiciones del planeta.

Los cactus por ejemplo, han conseguido conquistar los desiertos gracias a una serie de adaptaciones biológicas, como sucesor más vertical, que reduce su exposición al Sol. La sustitución de las hojas por espinas, que evitan la evaporación, y el desarrollo de largas raíces que les permite captar la humedad de las zonas profundas del desierto.

En las zonas montañosas la vida también es difícil porque hay menos oxígeno, y los animales se adaptan fabricando mayor cantidad de glóbulos rojos.

En los grandes fondos marinos la enorme presión del agua y la falta de luz han hecho que algunas especies de peces tomen aspectos extraños, y llegan a producir su propia luz. A lo largo de muchos millones de años, los seres vivos han ido modificando la composición de la atmósfera terrestre, que en un principio no tenía oxígeno, hasta llegar a su composición actual.

cuidar el planeta tierra

Debemos cuidar el planeta


En unas pocas décadas, el hombre está destruyendo el delicado equilibrio que a la naturaleza le ha costado miles de millones de años establecer. Si la naturaleza no se salva, tampoco se salvará el hombre. Si no corregimos el rumbo, la Tierra seguirá girando, pero sin testigos.

La energía en el Universo

El universo está en continuo movimiento. Todos los cuerpos modifican constantemente sus características, unas veces cambiando de posición, otra su estructura y otras su temperatura. Para cualquiera de estos cambios se necesita energía. La energía es uno de los fenómenos naturales más importantes y a la vez más misteriosos. Calor, luz, electricidad, movimiento, sonido y fuerzas nucleares son aspectos diferentes de la misma cosa: la energía.

Todo lo que vemos, de alguna manera es energía. Y sin embargo, la energía en sí misma no es algo que pueda verse y separarse del resto del universo, pero sí podemos reconocerla en el mundo en que vivimos. A lo largo de los siglos, el hombre ha ido comprendiendo la importancia que tiene la energía en la naturaleza, y ha aprendido a utilizarla para el progreso de la civilización. El hombre utiliza energía en todas sus actividades. Todas sus máquinas la consumen y por eso es constante la búsqueda de nuevas fuentes de energía.

Definición de energía

Los científicos definen la energía como la capacidad de producir trabajo. La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. para que un objeto experimente cualquier cambio, es necesaria la energía. En los cambios de tipo físico, varían las características físicas del cuerpo, como la posición, la forma, etc. Pero no su composición química.

Los cambios químicos se producen cuando los cuerpos que lo sufren cambian su composición química.

Los cambios nucleares alteran la estructura de los átomos de un cuerpo y los convierten en otro tipo de átomos, liberando enormes cantidades de energía. Es el caso que se produce en las explosiones atómicas.

Historia de la energía

Al principio, el hombre sólo sabía utilizar la energía de su propio cuerpo. Después, empezó a utilizar herramientas que le ayudaban a sacar el mejor partido de su propia energía, y también empezó a utilizar la energía de los animales para sustituirle en los trabajos más duros.

Cuando descubrió el fuego, el hombre aprendió a obtener energía calorífica a partir de la madera. Más adelante invento máquinas que aprovechaban la energía del fuego, utilizando como combustible la madera y el carbón. Hasta llegar a nuestros días, en que la principal fuente energética es el petróleo.

Transformación de la energía

El hombre ha conseguido transformar unas formas de energía en otras diferentes. Por ejemplo, utilizando la energía del río se mueve una noria que realiza un trabajo mecánico. La transformación de la energía es algo corriente en la naturaleza. Las plantas utilizan la energía lumínica del sol en la fotosíntesis para fabricar algo tan distinto como es el alimento. La energía puede aparecer de distintas formas, pero siempre es energía.

Clases de energía

Se suelen distinguir diferentes clases de energía, según el tipo de cambio en el que intervienen. Energía mecánica, calorífica, eléctrica, lumínica, etc. Una forma de energía puede transformarse en otra diferente, pero no es posible crear energía de la nada. Para conseguir una forma de energía determinada, es necesario transformar una anterior que esté disponible.


El sol es la mayor fuente de energía con que contamos en el planeta. El calor que nos envía, hace que se evapore el agua del mar y se formen nubes, que viajan con los vientos a zonas a veces muy distantes. Cuando las condiciones son favorables, el vapor de la nube se condensa y cae en forma de lluvia o de nieve, formando torrentes y ríos.

Los ríos se mueven con su energía cinética y hacen girar las turbinas de las centrales hidroeléctricas y así producen energía eléctrica, que se puede transportar y utilizar a su vez para producir luz, calor o movimiento. Así, se ha transformado la energía del sol en calor, el calor en movimiento, este en electricidad, y la electricidad en distintos tipos de energía.

Fuentes de energía

El sol es la principal fuente de energía que tiene el hombre. La tierra recibe sólo media diezmillonésima parte de la energía radiante del sol, pero en pocos días recibe tanta luz y calor como los que se producirían utilizando todo el petróleo, el carbón y la madera del planeta. El sol calienta el suelo, el aire y el mar, pero no calienta a todo el planeta con la misma intensidad, y por eso se forman los vientos.

El sol también hace posible la evaporación y precipitación del agua, y es imprescindible para la fotosíntesis de las plantas, que son la base última de la alimentación de los animales y del hombre. Por otra parte, esa misma fotosíntesis crea bosques, y su fosilización produce carbón, que junto con la madera es uno de los combustibles que más se han utilizado a lo largo de la historia.

Vegetales y animales fósiles sometidos a intensas presiones y temperaturas durante milenios, producen petróleo, el combustible más importante en nuestros días. Además del Sol, la Tierra recibe la influencia de la Luna. Esto se observa sobre todo en el mar. Las diferentes fases del satélite, en su movimiento alrededor de nuestro planeta, son la principal causa de las mareas, que suponen una fuente inagotable de energía, que no es utilizada tanto como se debiera.

A su vez, nuestro planeta cuenta con enormes cantidades de energía procedentes de la radiactividad natural y de su propia rotación, además de su calor interno. Las erupciones volcánicas son una prueba de ello, y se están estudiando métodos para aprovechar el enorme calor que libera el manto terrestre en ciertos puntos de la superficie.

la energía nuclear

La energía nuclear es tan vieja como el mismo Universo y está presente en todo el cosmos. El sol es una gigantesca central nuclear, lo mismo que el resto de las estrellas que pueblan el universo.

Reservas energéticas

En la sociedad moderna, el ser humano ha aprendido a aprovechar la energía que le ofrece la naturaleza para mejorar su calidad de vida, pero algunas de estas fuentes de energía son limitadas. Se consideran fuentes de energía no renovables, aquellas cuya cantidad es limitada en la naturaleza, como por ejemplo el uranio, el gas natural, el carbón, la madera y el petróleo.

Son fuentes de energía renovables aquellas que son prácticamente inagotables, así que el hombre puede utilizarlas tan intensamente como necesite. Estas fuentes son el sol, el viento, los ríos y el mar. El viento siempre seguirá soplando, aunque su energía se utiliza durante años y años para mover las aspas de un molino.

cuáles son los diferentes modelos atómicos que existen

El universo es infinitamente extenso y fascinante, un cosmos lleno de enigmas que desde hace siglos cautiva a la humanidad. Generaciones de científicos han intentado explicar lo inconcebible.

Cuáles son los diferentes modelos atómicos que existen? En busca del origen de la materia, se funden las barreras entre el saber científico y los modelos de pensamiento filosófico. Hace más de 2000 años los filósofos de la antigua Grecia intentaron indagar en los misterios de la naturaleza, y acuñaron un término que habría de cambiar el mundo: el átomo, lo invisible. La unidad más pequeña posible indivisible de la naturaleza.

Aunque nunca demostraron su existencia. Dos mil años después, la observación meticulosa de la naturaleza descubrió la existencia de irregularidades. Los fenómenos naturales podían explicarse, describirse, y en ocasiones preverse. Aún se dio un paso más: se idearon experimentos. La naturaleza se resumió en cifras. El método científico había nacido.

modelos atomicos

Dalton


John Dalton, usando estos métodos confirió a la idea de átomo un significado científico. A diferencia de los creadores griegos del concepto, no se conformó con suposiciones. Sirviéndose de una báscula, intentó descubrir las regularidades en reacciones químicas. Dalton definió los elementos químicos como materias que poseen un valor atómico propio, de átomos igual de grandes e igual de pesados. Dalton representó los átomos mediante círculos.

Los átomos no cambian. Cuando se produce una reacción química, sólo se reordenan. Cómo están unidos unos átomos con otros, Dalton sólo podía especular porque nunca pudo verlos. A partir del espesor de una película de aceite, se determinó ya entonces el tamaño de un átomo. Su tamaño era inferior a 1 millonésima de un centímetro. Microscópico por tanto.

El siglo diecinueve simboliza una época de progreso técnico y científico. El hombre comprendió que podía beneficiarse de los conocimientos que había adquirido sobre la naturaleza. Se apoderó de los tesoros de la Tierra y alumbró la oscuridad. Hacia finales de siglo uso para ello la corriente eléctrica. El progreso ya no podía detenerse.

Pero en el siglo 19 aún quedaba por demostrar la existencia de los átomos. Por eso, algunos científicos dudaban que existiera de verdad, y aquellos que creían en el átomo tuvieron que conformarse con las deficiencias de una teoría atómica basada en bolas de masa pura. Había algunas observaciones que sencillamente no tenían explicación. Qué determina la estructura de los cristales? cómo se realizan los enlaces químicos? Qué da color a las cosas? Estas y otras preguntas quedaban sin responder.

Thomson


Al final, todo indicaba que los átomos a pesar de su significado inicial, sí que eran divisibles, y que están formados por partículas aún más pequeñas. En 1897 Joseph Thomson descubrió el electrón, una partícula única, más pequeña y ligera que el atomo más pequeño. En 1904 Thomson desarrolló un modelo atómico que establecía el electrón como un elemento constitutivo fundamental. Según este modelo, los electrones cargados negativamente están rodeados de una masa de materia cargada positivamente, similar a las pasas en la masa de un pastel.

El valor científico de este modelo del pastel de pasas fue más bien insignificante, pero sirvió para tentar a los físicos a estudiar a fondo la estructura del átomo. En efecto, Joseph Thompson atrajo a muchos jóvenes científicos interesados en trabajar en su laboratorio de Cambridge. Entre ellos, el neozelandés Ernest Rutherford.

Rutherford


En 1911 Rutherford usó radiación radioactiva para analizar el átomo en toda regla. Bombardeó con partículas alfa cargadas positivamente una finísima lamina de oro, que a su vez estaba formada de unos cientos de capas de átomos. Sorprendentemente, sólo unas pocas radiaciones sufrieron desviaciones. La mayoría atravesaron la lámina sin trabas. De este experimento, Rutherford dedujo que los átomos no podían ser una bola de masa, sino que la mayor parte de un átomo era espacio vacío. Sólo en casos muy aislados en los que los rayos rebotaban, parecían chocar con algo.

A partir de estas observaciones, Rutherford desarrolló su modelo atómico. Así pues, casi toda la masa del átomo se concentra en un minúsculo núcleo de carga positiva, que está rodeado de electrones. Para que el núcleo no atraiga a los electrones de carga negativa, estos se desplazan en una órbita semejante a los planetas alrededor del sol. No obstante, el modelo de Rutherford presentó un fallo determinante. De acuerdo con las leyes del electromagnetismo, los electrones alrededor del núcleo debían emitir energía constantemente, y en consecuencia precipitarse contra el núcleo. Si fuera así, los átomos no existirían Pero considerando que vivimos en un mundo comparativamente muy estable, el modelo de Rutherford debía ser falso. La idea decisiva para resolver este problema la tuvo en 1913 el físico danés y alumno de Rutherford, Niels Bohr.

Bohr


Un modelo acertado no solamente debía ser capaz de explicar la evidente estabilidad de los átomos. También debía poder describir cómo emitían luces los átomos. Por tanto, debía poder esclarecer por ejemplo, cómo tenían lugar las líneas del espectro de hidrógeno. Este fue el punto de partida de Bohr. Clasificó dos órbitas de electrones según su energía. Un radio mayor significaba más energía, y uno más pequeño, menos energía. Cuando un electrón cae desde una órbita exterior a una interior, pierde energía, que desprende en forma de fotón. Con una energía específica, lo que se plasma con una línea clara en el espectro.

El modelo de Bohr únicamente permite que los electrones se sitúan en las órbitas más cercanas al núcleo, donde por tanto, no emiten energía. Que Bohr no pudiera fundamentar mejor estas hipótesis más o menos arbitrarias, le provocó una gran desazón. Sólo podía defender su modelo atómico en la medida en que coincidía con las observaciones de los físicos, y pudo explicar al menos el más sencillo de todos los átomos: el átomo de Hidrógeno.

Sommerfeld


En los años 1915 y 1916, el físico muniqués Arnold Sommerfeld amplió el modelo de Bohr definiendo las órbitas de los electrones como elípticas. El conocimiento adquirido sobre la estructura del átomo, permitió entender la base física de los sistemas periódicos en los elementos químicos. A partir del hidrógeno se podía inferir el resto de elementos químicos, completando con electrones las capas de la serie. La tabla periódica de los elementos se explicaba pues con la ordenación de los electrones.

El cambio político y social radical causado por el régimen de terror de los nacionalsocialistas, forzó a muchos físicos atómicos a abandonar Europa. La mayoría de científicos, frecuentemente judíos, huyó a Estados Unidos. En el curso de la segunda guerra mundial, la física nuclear comenzó a perder su inocencia. Fue Niels Bohr, defensor de las fuerzas angloamericanas, quien tomó la delantera a los alemanes en la construcción de la bomba nuclear. Del átomo, pasaron a ser físicos nucleares.

En una operación hercúlea, 180 mil hombres trabajaron en la construcción de la bomba atómica americana. engendraron el arma más terrible de todos los tiempos. En 1954, cerca de Ginebra se fundó la Organización Europea para la Investigación Nuclear. En ella se reúnen 13 naciones para estudiar conjuntamente los misterios de la materia.

Es asombroso, cuanto más pequeña es la materia estudiada más caros y colosales son los experimentos. Mientras tanto, se había identificado que el núcleo del átomo también está compuesto de partículas diminutas, de protones y neutrones. Ahora todos los esfuerzos se concentraban en buscar partículas aún más pequeñas, los últimos elementos constitutivos de la materia.

En aceleradores nucleares, enormes partículas cargadas eléctricamente (electrones, protones o pequeños núcleos atómicos) se aceleran a altas velocidades. A veces alcanzan casi la velocidad de la luz. Imanes gigantes mantienen las partículas en su órbita. Unas instalaciones especiales enfardan las radiaciones emitidas. Al chocar con otras partículas, permiten extraer conclusiones sobre su estructura.

Cada vez con más frecuencia se plantea la pregunta del sentido y el objetivo de unos esfuerzos tan monstruosos. Calmar la curiosidad del ser humano, el afán por descifrar hasta el último misterio de la naturaleza, es un motivo, pero no el único. Por supuesto, también los usos prácticos nos empujan a realizar este tipo de investigaciones básicas. La superconductividad, el fenómeno de transmisión de energía eléctrica sin resistencia, tiene una aplicación médica: Imanes superconductores se usan en la resonancia magnética nuclear. Los rayos láser hace tiempo que salieron de los laboratorios y se instalaron en nuestra vida cotidiana. Los rayos laser emanan cuando se fuerza a los átomos a emitir su luz sincronizadamente.

Quien quiera entender el fenómeno laser, no tienen otro remedio que estudiar cómo Niels Bohr los contenidos energéticos de los electrones en el átomo. De la fusión líquida, un cristal puro del elemento silicio. Conocemos sus propiedades eléctricas y las podemos modificar contaminando con los llamados materiales de dopaje. Así se pueden conseguir pequeñas áreas con propiedades eléctricas definidas. De este modo, podemos poner varios millones de transistores sobre una superficie muy pequeña. Una tecnología que ha cambiado nuestras vidas y cuyos progresos futuros son imprevisibles.

Las estructuras son cada vez más finas y más complejas. Simultáneamente, los aparatos son cada vez más precisos y refinados. Con agujas cuyas puntas están compuestas de un único átomo, podemos leer superficies. Con el microscopio reticulado podemos ser espectadores de la formación de cristales. Átomo a átomo, vemos crecer el cristal. Con el mismo método incluso podemos ver los átomos. Cada una de estas elevaciones es un átomo. Que tengamos tanta confianza en los átomos, hemos de agradecérselo por último al precursor de la teoría atómica moderna, Niels Bohr.