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Eólica en Chile: proyecto eólico de Chiloé, por José Santamarta
El proyecto de la empresa EcoPower contempla la instalación de 56 aerogeneradores de 128 metros de altura y de 2 MW de potencia cada uno, en una superficie de 1.000 hectáreas.
En una polémica sesión de la comisión de evaluación ambiental de Los Lagos, sus miembros incluida la seremi de energía de Los Ríos, Los Lagos y de Aysen, aprobaron en forma unánime el parque Eólico Chiloé en la comuna de Ancud, en un proyecto que tiene un costo de 235 millones de dolares y cuyas obras comenzarían a ejecutarse en diciembre del 2012.
Una vez terminada la sesión, el intendente y presidente de la comisión de evaluación ambiental de Los Lagos, Juan Sebastian Montes, señaló que por las características de la ubicación del proyecto, la ley no obliga a realizar un estudio de impacto ambiental.
Finalmente la autoridad regional dijo que este proyecto tiene una inversión de 235 millones de dolares, tratándose del segundo proyecto de energía eólica que se instalará en Chiloé, en tanto las organizaciones indígenas afirmaron que presentarán un recurso de protección ante la justicia para detener el proyecto eólico.
La presidenta del Movimiento Ecologista de Ancud, Carmen Corrales, se declaró defensora del Parque Eólico Chiloé y refuta las críticas vertidas por Colectivo Intervención Ciudadana Ancud (Compas) en cuanto a la carencia de un estudio de impacto ambiental para la central de energía eólica. Esto después que se divulgara en noviembre pasado una declaración pública en contra del proceso en que se ha gestado el proyecto eólico.
El Parque Eólico Chiloé es una iniciativa de la empresa chileno-sueca Ecopower y pretende construir 56 turbinas eólicas con una capacidad total de capacidad de 140 MW. A pesar que se trata de una energía limpia, el proyecto no ha estado libre de críticas de organizaciones sociales que reclaman la inexistencia de un Estudio de Impacto Ambiental (EIA) para el sector Quilo Mar Brava, donde se instalará.
Para Carmen Corrales esa discusión ya pasó y considera que el Movimiento tenía una predisposición negativa hacia el proyecto. “Nosotros hemos ido a las reuniones que han convocado estos grupos y uno no podía entablar un diálogo, ellos ya desde el inicio se mostraban negativos hacia cualquier idea favorable al parque eólico”. Por otro lado ella sí ve a la instalación del parque eólico como una forma de disminuir el gasto eléctrico.
Ante la postura de los contrarios al proyecto, Corrales señala que “no puedo entender las razones para oponerse a una forma de energía no contaminante en Chiloé”. La ambientalista ve la iniciativa de Ecopower como una oportunidad de marcar un precedente en la utilización de energías limpias en Chile y si la empresa no ha hecho estudios socioeconómicos más detallados es porque la legislación chilena no se lo exigía en la fecha de presentar el proyecto.
Daniela Alarcón, presidenta de la Asociación de Consumidores y Usuario de Chiloé, también defendió la instalación de turbinas eólicas y afirma que la mayoría de las críticas al parque eólico se originaron “sobre la hora”, en vista que inicialmente no hubo mayores reparos a la utilización de la energía no contaminante. Asimismo, dice no comprender una visión negativa hacia una empresa que ha hecho todo dentro de los marcos legales exigidos en el momento.
“Chile y Suecia tienen características similares en muchos aspectos y nos interesa recalcar la situación energética. Suecia ha avanzado bastante en esa arista y es la Misión de ECOPOWER aportar en el desarrollo de Energías Renovables, pero a las condiciones y necesidades locales”, señala Alfred Svenson, Presidente de ECOPOWER, S.A.C.
Ecopower S.A.C. es una empresa chilena fundada el 2007. Desde sus inicios ha impulsado el desarrollo e implantación de ERNC en Chile. Crea proyectos de Parques Eólicos, sistemas llave en mano de aerogeneración, sistemas fotovoltaicos y solar térmico, realiza mediciones de potencial eólico, fabrica farolas fotovoltaicas, kits de energía solar y eólica, e iluminación natural, entre otros.
Ecopower representa en Chile a diversos fabricantes que comercializa y aplica a sus proyectos: Solarspot (Italia), Solaico (España), Windon (Suecia), ACSA (España) y orienta sus esfuerzos al sector industrial, donde ha trabajado con importantes instituciones.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
fuente: http://www.evwind.com/noticias.php?id_not=10078
Carlos Álvaro.– El gran desarrollo de las energías renovables en Latinoamérica en los últimos años genera una enorme oportunidad de negocio para las empresas españolas del ramo, las más avanzadas del mundo. La mayoría de los países del área, dotados con abundantes recursos naturales y confrontados a la necesidad de aumentar la capacidad de generación eléctrica, diseñan grandes proyectos de energías limpias y buscan la inversión española. Esta creciente demanda de tecnología made in Spain multiplica las posibilidades para un sector que es quizá el más internacionalizado de nuestra economía. Grandes empresas y un creciente número de pymes ya están instaladas allí.
El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y la ONU acaban de resaltar el fuerte empuje de las energías limpias en Latinoamérica, que en 2010 fue la segunda región del mundo que más invirtió en renovables: 13.100 millones de dólares, un 39% más que en 2009, pero aún lejos de la zona que más destina a energías verdes, China (48.900 millones), según el Programa Medioambiental de Naciones Unidas (UNEP). En Latinoamérica, el 70% de la electricidad es de origen renovable y esa fuente satisface ya el 30% de la demanda de energía primaria (transporte, industria, comercio), una tasa superior a la media mundial (13%) y llamada a crecer con los nuevos planes que se pergeñan en la región.
Según el BID, que apoya financieramente proyectos de energía limpia, Brasil y Costa Rica están entre los países con mayores índices de producción de energía verde del Planeta. Junto a Colombia, Brasil es pionero en producción de etanol, fabricado a partir de caña de azúcar. Y Costa Rica ha logrado ser el primer país del mundo con huella de carbono neutra. En el extremo contrario se sitúa México, cuyo 75% de electricidad procede de combustibles fósiles. En Latinoamérica la energía nuclear tiene poco peso y apenas supone un 2% de la electricidad. Sólo hay nueve centrales, situadas en México, Argentina y Brasil.
Por ahora, la energía hidroeléctrica (62% del total) y los biocombustibles siguen siendo la principal fuente de energía renovable en Latinoamérica. Pero el suministro de origen eólico y fotovoltaico experimenta un boom incluso en naciones como Colombia, Argentina, Brasil, Paraguay y Costa Rica, en las que las fuentes hidroeléctricas generan aún el 80% del suministro energético. Los expertos auguran un rápido avance de las nuevas renovables y prevén que varios países del área se sumen pronto a la lista de naciones con mayor capacidad de renovable no hidráulica (EEUU, China, Alemania, España, India) si se materializan los proyectos en curso.
Basan su análisis en el aumento de la demanda energética en la región (+4,5% en una década) y en la existencia de un gran déficit de generación eléctrica en muchos estados que se precisa reducir a marchas forzadas para crecer. Para ello, nada mejor (ni menos generador de dependencia externa) que recurrir a los gigantescos recursos renovables (máxima irradiación solar en los Andes, excepcional régimen de vientos en Patagonia) y destinar amplios espacios a cultivos para agroenergía.
Empresas bien posicionadas
Las firmas españolas son las que están en mejores condiciones para aprovechar esos recursos y por ello no sorprende el interés latinoamericano por contar con ellas. El éxito del modelo hispano de renovables, cimentado en las primas que remuneran la electricidad verde, ha creado una industria y tecnología propias y el gran impulso registrado por las renovables desde hace tres décadas ha convertido a España en exportador de empresas dedicadas a la energía eólica, la solar térmica y fotovoltaica, la geotérmica y la biomasa.
España es el tercer país del mundo con mayor potencia eólica instalada, fue el primero en crear un Centro de Control de Energías Renovables y en 2010 estas fuentes fueron responsables de 37% de la generación de electricidad, si bien en energía general final aún están en el 9%. La competitividad, nivel tecnológico y experiencia han convertido a las firmas de renovables en líderes y referentes mundiales y hoy 118 empresas españolas trabajan en proyectos ambiciosos en todo el mundo, totalizando 29.000 millones de euros en el exterior. España es ya el primer socio en el campo de energías renovables en EEUU, país que ha alabado la progresión y proyección hispana en el sector.
Iberdrola Renovables es líder global en potencia eólica instalada, Acciona Energía capitanea importantes proyectos de energía solar termoeléctrica y Abengoa ha introducido en el mundo la explotación comercial de centrales termosolares con torre central. Junto a las grandes, España dispone de un arsenal de pymes dedicadas a lo renovable y sin complejos para dar el salto fuera, especialmente al mercado latinoamericano. Las citadas y otras muchas como Naturgas Energía, Isofotón, Energía Hidroeléctrica de Navarra (EHN) o Gamesa (que suministra aerogeneradores a Argentina y México) están presentes ya en Latinoamérica, donde compiten con firmas de Europa, EEUU y Emiratos (Enercon, Q-Cells, Sharp Solar, GE Energy, Vestas).
Otras sopesan ya su entrada, impulsadas por la necesidad de internacionalizarse, la oportunidad de negocio y la difícil situación en España a nivel general (crisis económica) y sectorial (las primas que remuneran la energía verde se han reducido). Las grandes firmas involucradas en generación eléctrica en Latinoamérica (Enel-Endesa y filiales, Gas Natural Fenosa, Iberdrola) impulsan con distinto grado planes en renovables. Y también las de hidrocarburos, como Repsol, que opera mediante Repsol Renovables y su participación en Orisol.
En 2009, sólo las empresas afiliadas a la AEE (Asociación Empresarial Eólica) habían instalado ya 1.274 megavatios en la región, fundamentalmente en México, Chile y Brasil, y tenían previstos importantes proyectos tanto en esos países como en Argentina, Perú y Venezuela. Y la AEE prevé que en 2025 las inversiones alcanzarán 46.000 megavatios instalados en Latinoamérica.
Interés con fundamento
El interés de las empresas españolas por introducirse en el mercado latinoamericano de renovables está fundamentado, porque las posibilidades que ofrece son enormes. Según Grubbs & Meyers, sólo en energía eólica el potencial regional es de 5.460 teravatios/hora, con Brasil como líder y México, Colombia, Argentina y Venezuela como zonas clave. La energía solar dispone de gran potencial: el nordeste de Brasil y las zonas áridas de Chile son las áreas más favorables para operar una planta solar a largo plazo y brinda un buen retorno de inversión por su alto nivel de radiación solar directa. Hoy los costes de implantación de energía fotovoltaica y eólica son mayores que otras alternativas (biomasa, centrales hidroeléctricas) pero la tecnología avanza rauda y se prevé que pronto sean más accesibles y competitivas.
Asimismo, comienza a disiparse el gran obstáculo a la implantación de esas energías en la región: la falta de voluntad política para promover planes de inversión y ayudas para desarrollar instalaciones. La posición actual favorece un rol cada vez más importante de las renovables y los nuevos proyectos de seguridad energética impulsan un sector que recibió en 2010 en el mundo inversiones por 211.000 millones de dólares (el 32% más que en 2009 y un 540% más que en 2004), alza atribuible a la progresión eólica en China y a las plantas solares en Europa. De hecho, los países en desarrollo, con 72.000 millones, superaron en 2010 a los ricos en nueva inversión financiera en renovables y esas energías suministran ya el 16% del consumo mundial de energía y el 20% de la electricidad planetaria. La capacidad renovable supone un 25% de la capacidad de generación global, según el UNEP, que destaca el aumento de producción solar por los programas de incentivos gubernamentales y la caída de precios de los módulos PV. La energía eólica fue la que agregó más capacidad nueva en 2010, seguida por la hidroeléctrica y por la solar.
Argentina, Brasil, Chile y México, en cabeza
En Latinoamérica, Argentina, Brasil, Chile y México fueron los países líderes en inversión en renovables y nuevas renovables en 2010, aunque el uso de esas fuentes de energía en el área lo encabezan Brasil, Costa Rica y Colombia, debido al gran uso de plantas hidroeléctricas y biocombustibles. El auge renovable se explica por la necesidad de aumentar y diversificar la generación, por las ventajas de esas energías y por el empeño en reducir la dependencia de los caros combustibles fósiles y de los vaivenes de su suministro, así como por la mayor predictibilidad en costes frente a la volatilidad del crudo.
En México la inversión en energía verde creció un 348% en 2010, a 2.320 millones de dólares, principalmente en energía eólica y geotérmica, impulsada por la decisión del Gobierno de elevar la capacidad en renovables del 3,3% al 7,5% en 2012. El gran beneficiario de la nueva política en un país al que el maná petrolero retrasó el impulso a la energía limpia, es el sector eólico: los planes fijan que el 4,3% de la energía total se generará en granjas de viento y, de hecho, en 2010 México financió ya 988 megavatios de potencia eólica.
La irrupción más reciente en el mercado de renovables azteca, en el que están las grandes empresas españolas como Acciona Energía (que puso en marcha Eurus, el mayor parque eólico del área), Iberdrola, Endesa, Gas Natural Fenosa, Gamesa y Preneal, la ha protagonizado Siliken, con una inversión de 25 millones para módulos solares en Tijuana. Los expertos juzgan que el potencial mexicano en energía eólica es superior a los 40.000 megavatios, cuando hoy la capacidad instalada es de 185. En cuanto a energía solar, el 90% del territorio tiene una insolación promedio de 5 KWh por metro cuadrado al día, uno de los mejores niveles del mundo. Además, México ocupa el tercer lugar mundial en producción de electricidad de fuentes geotérmicas.
Chile, con crónicos problemas de suministro eléctrico y que ha dado un impulso decidido a la energía limpia fijándose la meta de que en 2025 el 10% de la energía total y el 20% de la electricidad sea de origen renovable, la inversión totalizó 960 millones de dólares en 2010, un 21% más que en 2009. Las firmas españolas lideran el sector, capitaneadas por Iberdrola-Idener, Endesa, Gas Natural Fenosa y Abengoa Solar, presente desde 1987 con proyectos termosolares y eólicos. La nueva normativa de seguridad energética ha elevado en los últimos dos años la inversión de empresas de renovables en eólica, solar y pequeña hidráulica, y en Chile operan ya seis parques de viento.
El presidente Piñera, en su reciente visita a España, alentó a elevar la colaboración en solar, eólica y geotérmica, sin descuidar la hidroeléctrica. Ejemplos de colaboración no faltan, como el proyecto de represa de HidroAysén (que creará el mayor complejo de generación eléctrica del país) impulsado por Endesa y la chilena Colbún al 51% y 49%. En Chile están también presentes Bogaris (biodiesel), Ener, Eólica de Navarra (tres proyectos hidráulicos y un parque eólico), Hidrolena, Iberdrola Renovables, Urbaser (biogás), Torsa y Solarpack (tres proyectos de plantas fotovoltaicas). Unisolar exporta ya a Chile y negocia con Colombia y Guatemala y recientemente, la propia Endesa ha expresado su intención de invertir 250 millones de dólares en el mayor complejo eólico de Chile, Parque Reinaco.
Argentina, que se ha marcado como objetivo que para 2016 el 8% de su energía proceda de fuentes renovables, vio multiplicarse por siete las inversiones en 2010, hasta 740 millones de dólares. En Argentina hay instalados parques eólicos como el de Comodoro Rivadavia, que totalizan una potencia global superior a 40 megavatios y el Gobierno lanzó en 2010 un programa de licitación de generación eléctrica a partir de fuentes renovables que busca añadir 500 megavatios en energía eólica a la red eléctrica nacional.
En Perú, el Gobierno ha fijado una meta de energías renovables del 5% para 2013 y el año pasado las inversiones llegaron a 480 millones, más del doble que en 2009, principalmente en pequeñas centrales hidroeléctricas y plantas de etanol y biomasa, pero también en energía eólica, fotovoltaica y mareomotriz. En un país en el que Endesa y Eólica de Navarra llevan tiempo establecidos, las empresas de energía solar fotovoltaica T-Solar (instalada también en Chile, Brasil y México) y Solarpack se han adjudicado la producción y venta de 173 gigavatios/hora este año y tres firmas valencianas han decidido acudir a licitaciones para proyectos de energía renovable. Perú tiene una amplia disponibilidad de recursos hídricos y de gas natural, lo que genera un gran potencial energético. Cuenta con una capacidad de 60.000 megavatios de generación hidroeléctrica y con un potencial eólico de 22.000 MW. Y Lima se propone que las fuentes renovables aporten 1.314 GWh anuales de electricidad en 2012 (181 GWh en solar, 813 GWh en biomasa y 320 GWh en eólica).
Líderes en biocarburantes
En Colombia, junto a Brasil el país con más potencial en agroenergía, el presidente Santos alienta la inversión española en energía solar, eólica y en construcción de centrales eléctricas y represas. El país, en el que están presentes Repsol, Gas Natural Fenosa, Endesa e Inveravante, dispone ya de un parque éolico, el de de Jepirachi (20 MW). Ecuador, con dos parques eólicos, también ha expresado interés en captar inversión española para elevar su capacidad y, de hecho, Emasesa ha anunciado en 2011 su participación en la construcción de un parque eólico en Loja. Paraguay y Uruguay (donde Abengoa desarrollará un parque eólico a través de su filial Teyma) exhiben proyectos para impulsar la producción hidroeléctrica y Venezuela, donde petróleo y gas son los reyes, ha iniciado un Plan Piloto de Generación Eólica con un parque otorgado a Gamesa-Made y estudia una Ley de Renovables.
No obstante, Brasil es, sin duda, el jefe en renovables y nuevas renovables. En 2010 fue el país latinoamericano líder en inversiones, con 7.000 millones de dólares, aunque la cifra fue un 5% inferior a la 2009. La caída se debió a la consolidación de su enorme sector de biocarburantes, pero se prevé que el avance de este mercado prosiga debido al gran número de firmas dedicadas al etanol. Brasil produce virtualmente todo el etanol derivado del azúcar del mundo y ha añadido nueva energía hidroeléctrica, plantas de energía eólica y biomasa y sistemas de calentamiento solar. Gigante en biocombustibles, el país tiene instalados 700 MW en parques eólicos, la mitad de toda Latinoamérica, y puede convertirse también en líder en energía solar. De hecho, el BID financiará una planta solar en Tauá que constituirá el primer proyecto a gran escala para generar energía solar usando paneles fotovoltaicos conectados el sistema nacional. El país ya es el principal destino para las empresas españolas de renovables. Gestmap, Inveravante, Iberdrola y Elecnor han reforzado su presencia tanto en el sector eólico como hidráulico y Endesa acaba de anunciar una inversión de 750 millones en proyectos de viento.
Costa Rica, país en el que el 99% de la energía es limpia y en el que la hidroelectricidad aporta más del 83% de la electricidad, impulsa proyectos en generación con fuentes geotérmicas, solar y eólicas y nuevas represas. Tiene ya cinco granjas de viento y trata de captar inversión verde para cubrir su enorme déficit eléctrico (según Fitch precisa inversiones por 10.000 millones de dólares en diez años para aumentar la capacidad). En Guatemala, ya existen proyectos en los que participan Gas Natural Fenosa, Elecnor, Hidralia, Bionor y Ecoener (que invertirá 30 millones de dólares en una hidroeléctrica).
Honduras, donde Iberdrola y Gamesa han instalado (Cerro de Hula) el mayor aerogenerador de Centroamérica (102 megavatios), intenta captar inversión para cuatro parques de viento, consciente de que su capacidad eólica es superior a la hidroeléctrica. En el país están ya empresas como Ener, Iberdrola, Inypsa y Elecnor y la británica Globeleq-Mesoamerica, que considera que el país podría convertirse en uno de los mayores generadores eólicos en Latinoamérica. Nicaragua, que invertirá 380 millones para diversificar sus fuentes de energía está en el furgón de cola en renovables y Panamá, donde aún no hay parques eólicos pero se proyectan algunos con participación de la española Fersa, acaba de anunciar una inversión de 620 millones en cuatro años para generar electricidad eólica, solar y geotérmica, montante que se sumará a los 3.381 millones destinados a hidroeléctricas en construcción.
En Cuba, donde no hay una legislación específica para renovables, existen cuatro parques eólicos y un gran interés por acrecentar la generación eléctrica limpia y disminuir la dependencia del petróleo. El país quiere aprovechar el recurso más usado, la biomasa, pero también pone sus expectativas en la energía fotovoltaica. En Dominicana, que por ahora carece de granjas de viento pero tiene 290 MW aprobados y 1.000 MW otorgados provisionalmente, y que en 2007 aprobó la Ley de Incentivos a Energías Renovables, hay dos proyectos hispanos, uno eólico (dos parques que aportarán 100 MW al sistema eléctrico a cargo de la gallega Inveravante) y otro de biocombustibles.
Enorme potencial
Latinoamérica dispone de gran potencial para ser líder mundial en agroenergía (especialmente etanol) y situarse en los primeros puestos en eólico, solar e hidráulico (segmento en el que el BID aboga por construir represas pequeñas en las nuevas centrales para reducir el impacto ambiental). Los principales organismos animan a la región a invertir en fuentes de energía limpia, algo que la implantación del Protocolo de Kioto ayuda a promover con la concesión de ventajas a proyectos que ayuden a reducir emisiones, como el Mecanismo de Desarrollo Limpio (MDL). En el área hay 845 proyectos MLD, muchos con implicación española (Gas Natural Fenosa en Panamá y Costa Rica, Endesa en Perú y Chile; Iberdrola en Guatemala y Brasil; Acciona en México).
Los expertos juzgan que Latinoamérica será una de las áreas que más se beneficie de inversión española y una de las mejores alternativas para diversificar negocio. Pero aunque la región dispone de recursos y la política institucional está cambiando, las empresas siguen hallando barreras, especialmente regulatorias y administrativas: falta de leyes en renovables o bisoñez de marcos regulatorios recientemente aprobados, altos costes de generación e impuestos aplicados a esas inversiones, déficit de infraestructura y limitada capacidad técnica. Algunos países ofrecen ayudas, como Argentina, que ha optado por las primas (asignación económica a favor del generador eléctrico cuyo montante paga el usuario final) y ha creado un Fondo a 15 años. Perú ha optado por un sistema de subastas y otros países, por exenciones fiscales o beneficios tributarios a los generadores de energía renovable.
fuente: http://www.capitalmadrid.com/2011/8/17/0000022167/latinoamerica_aprovechando_el_tiron_de_las_renovables1.html
energia eolica casera en chile
Enel Green Power invertirá 400 millones de euros en energías renovables en Chile, en eólica, energía solar fotovoltaica, geotérmica y minihidráulica.
Enel Green Power invertirá 400 millones de euros en energías renovables en Chile
El desarrollo de una cartera de proyectos por 400 millones de euros es el objetivo principal que Enel Green Power ha trazado para Chile durante los próximos cinco años. La empresa del grupo energético italiano Enel, tiene diversos planes geotérmicos, solares y eólicos en el país, que buscan convertirse en una alternativa viable para satisfacer la creciente demanda energética nacional.
“En Chile hay una combinación muy interesante de recursos geotérmicos, solares y eólicos; un enorme potencial hidro, una demanda eléctrica en crecimiento y un marco regulatorio fiable. No hay muchos lugares en el mundo que combinen todos estos elementos, por eso vemos en este país una gran oportunidad para invertir en proyectos interesantes y de primer nivel”, dijo Francesco Starace, director y CEO de Enel Green Power, una empresa presente en Chile desde 2001, y que hace dos meses trasladó sus oficinas principales para el Cono Sur a nuestro país para administrar toda la región, a excepción de Brasil.
Dentro de las iniciativas impulsadas por la compañía se encuentra la exploración y evaluación de energías geotérmicas en el norte chileno, que podrían tener una capacidad potencial superior a los 100 MW. El proyecto está en su etapa de tramitación ambiental para su próxima puesta en marcha y podría dar paso a la construcción de la primera central de este tipo en Suramérica.
“En paralelo, haremos una inversión importante en nuestra primera central eólica, también en el norte de Chile y que ya está en etapa de aprobación, y en un proyecto de I+D sobre energía solar fotovoltaica en el Cerro Pabellón (Región de Atacama), donde existe un recurso maravilloso. La idea es construir paneles fotovoltaicos que aprovechen la energía solar y puedan abastecer a lugares aislados y difíciles de conectar”, explicó el ejecutivo.
A estas inciativas se suman también proyectos mini hidro, que se instalarán en el sur y que podrían iniciarse en 2012.
Más de 300% han crecido las inversiones de Enel Green Power entre 2010 y 2011 a nivel mundial. En este contexto, para los próximos años la compañía tiene previsto destinar alrededor de US$ 9.000 millones, de los cuales US$ 2.100 millones serán invertidos sólo en América Latina.
“Hemos podido seguir invirtiendo en proyectos sin sufrir el impacto de la volatilidad de los mercados. Por eso en los años que vienen seguiremos así y si vemos nuevas oportunidades de negocio y de desarrollo de buenos proyectos, estamos dispuestos a aumentar nuestros recursos, sobre todo en Chile, Brasil y México”, adelantó Starace.
Los vehículos eléctricos con baterías de litio no emiten CO2 ni dañan el medio ambiente, siempre que la electricidad provenga de energías renovables, como la eólica, la energía solar fotovoltaica y la termosolar. Los aerogeneradores podrán suministrar la electricidad al vehículo eléctrico, que en un futuro servirán también para almacenar y regular la electricidad intermitente del sector eólico.
fuente: http://www.evwind.com/noticias.php?id_not=10173
Chile conocerá en los próximos años un creciente desarrollo de la energía eólica que permitirá el aprovechamiento de un recurso natural como el viento, el cual existe en abundancia en numerosos enclaves del país.
Algunas instalaciones eólicas están en funcionamiento en Chile; Alto Baguales con 2 MW de potencia, que empezó actividad en 2001 y Canela 1 de Endesa de 18 MW, que empezó a producir electricidad a finales de 2007. Entre las dos suman una potencia total de 20 MW.
Cuatro parques más están en construcción y empezarán a producir energía para finales de año. En la cuarta región están instalandose las centrales de Canela 2 que instalará 40 aerogeneradores adicionales, Monteredondo (de Suez), Totoral, (de Norwind) y Punta Colorada (de la minera Barrick). Mientras en la región de Bio-Bio, en Arauco, está en construcción Lebú (de Cristalerías Toro) de 9 MW de potencia. La entrada en acción de estos parques elevarán la potencia eólica instalada en Chile a los 200 MW los cuales permitirán satisfacerán la demanda eléctrica de más de 90.000 hogares. La entrada en funcionamiento de estas cuatro centrales supondrá que el aumento de la potencia eólica instalada se multiplicará por 10, lo que sin lugar a dudas supone un salto espectacular
Además de esta importante expansión, existen nuevos proyectos que catapultarían la potencia eólica instalada otros 1500 MW más y que verán la luz en los próximos años. Algunos de estos proyectos ya han pasado en estudio de impacto ambiental mientras que otros están en espera de hacerlo. Entre los proyectos, destaca el parque eólico de Talinay que contará con 243 aerogeneradores y que generará una potencia de 500 MW.
Actualmente la capacidad total instalada del país alcanza los 9.041 MW2 para cumplir con la meta del 15% Chile debiera producir hoy un total de 1.356 MW, unos 74 Parques Eólico tipo Canela.
Sin embargo la explotación de la energía eólica trae el inconveniente de la superficie ocupada, niveles de ruido y de contaminación visual que produce en el paisaje. Es así como los proyectos de vanguardia de hoy no se están construyendo en tierra firme sino en el océano.
La mayor granja eólica construida corresponde a la Horns Rey, en Dinamarca, la cual aporta un total de 160 MW de energía. Ubicada a 20 kms de la costa cuenta con 80 torres de 110 mts de altura siendo, junto a otras granjas aerogeneradores, la fuente del 50% del consumo eléctrico residencial danés.
Cerca de allí, un proyecto inglés busca abastecer al 15% de su población a través del viento con la instalación de 3.000 aerogeneradores en el mar, en lo que se convertiría en el mayor parque eólico del mundo. Con esto se evitaría la emisión de 2.3 millones de toneladas de carbono a la atmósfera cada año. Se especula que podría estar operativa para el 2018.
fuente: http://www.ungrado.com/archives/1093
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