A la hora de ahorrar energía no existen los "peros" o los "por qués". No queda otra que reducir el consumo de energía tanto por el tema económico -el cual día tras día se vuelve más complicado con todas las medidas de los gobiernos- como por el tema medioambiental, el cual a pesar de haber quedado tapado por culpa de la crisis sigue ahí presente y por lo tanto el mínimo gesto de ahorro de energía ya supone un alivio para este sufrido planeta.
Apagar la luz en las habitaciones en las que no haya nadie, no dejar los aparatos eléctricos con la luz de stand-by (la típica luz roja), desenchufar los cargadores de los móviles cuando no hay terminales cargando. Pequeños gestos que sumados uno a uno marcan la diferencia tanto en el consumo como en el tema ecológico.
Además, muchas de estas medidas alargan la vida de los electrodomésticos que uno tenga por casa y por lo tanto son otra buena razón para no olvidarse de cumplir este tipo de medidas tan "básicas" que muchas veces pasan desapercibidas. Si todo el mundo siguiera estos consejos lo cierto es que quizás la vida actual en el planeta Tierra sería completamente diferente.
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