La energía en el Universo

El universo está en continuo movimiento. Todos los cuerpos modifican constantemente sus características, unas veces cambiando de posición, otra su estructura y otras su temperatura. Para cualquiera de estos cambios se necesita energía. La energía es uno de los fenómenos naturales más importantes y a la vez más misteriosos. Calor, luz, electricidad, movimiento, sonido y fuerzas nucleares son aspectos diferentes de la misma cosa: la energía.

Todo lo que vemos, de alguna manera es energía. Y sin embargo, la energía en sí misma no es algo que pueda verse y separarse del resto del universo, pero sí podemos reconocerla en el mundo en que vivimos. A lo largo de los siglos, el hombre ha ido comprendiendo la importancia que tiene la energía en la naturaleza, y ha aprendido a utilizarla para el progreso de la civilización. El hombre utiliza energía en todas sus actividades. Todas sus máquinas la consumen y por eso es constante la búsqueda de nuevas fuentes de energía.

Definición de energía

Los científicos definen la energía como la capacidad de producir trabajo. La energía no se crea ni se destruye, sólo se transforma. para que un objeto experimente cualquier cambio, es necesaria la energía. En los cambios de tipo físico, varían las características físicas del cuerpo, como la posición, la forma, etc. Pero no su composición química.

Los cambios químicos se producen cuando los cuerpos que lo sufren cambian su composición química.

Los cambios nucleares alteran la estructura de los átomos de un cuerpo y los convierten en otro tipo de átomos, liberando enormes cantidades de energía. Es el caso que se produce en las explosiones atómicas.

Historia de la energía

Al principio, el hombre sólo sabía utilizar la energía de su propio cuerpo. Después, empezó a utilizar herramientas que le ayudaban a sacar el mejor partido de su propia energía, y también empezó a utilizar la energía de los animales para sustituirle en los trabajos más duros.

Cuando descubrió el fuego, el hombre aprendió a obtener energía calorífica a partir de la madera. Más adelante invento máquinas que aprovechaban la energía del fuego, utilizando como combustible la madera y el carbón. Hasta llegar a nuestros días, en que la principal fuente energética es el petróleo.

Transformación de la energía

El hombre ha conseguido transformar unas formas de energía en otras diferentes. Por ejemplo, utilizando la energía del río se mueve una noria que realiza un trabajo mecánico. La transformación de la energía es algo corriente en la naturaleza. Las plantas utilizan la energía lumínica del sol en la fotosíntesis para fabricar algo tan distinto como es el alimento. La energía puede aparecer de distintas formas, pero siempre es energía.

Clases de energía

Se suelen distinguir diferentes clases de energía, según el tipo de cambio en el que intervienen. Energía mecánica, calorífica, eléctrica, lumínica, etc. Una forma de energía puede transformarse en otra diferente, pero no es posible crear energía de la nada. Para conseguir una forma de energía determinada, es necesario transformar una anterior que esté disponible.


El sol es la mayor fuente de energía con que contamos en el planeta. El calor que nos envía, hace que se evapore el agua del mar y se formen nubes, que viajan con los vientos a zonas a veces muy distantes. Cuando las condiciones son favorables, el vapor de la nube se condensa y cae en forma de lluvia o de nieve, formando torrentes y ríos.

Los ríos se mueven con su energía cinética y hacen girar las turbinas de las centrales hidroeléctricas y así producen energía eléctrica, que se puede transportar y utilizar a su vez para producir luz, calor o movimiento. Así, se ha transformado la energía del sol en calor, el calor en movimiento, este en electricidad, y la electricidad en distintos tipos de energía.

Fuentes de energía

El sol es la principal fuente de energía que tiene el hombre. La tierra recibe sólo media diezmillonésima parte de la energía radiante del sol, pero en pocos días recibe tanta luz y calor como los que se producirían utilizando todo el petróleo, el carbón y la madera del planeta. El sol calienta el suelo, el aire y el mar, pero no calienta a todo el planeta con la misma intensidad, y por eso se forman los vientos.

El sol también hace posible la evaporación y precipitación del agua, y es imprescindible para la fotosíntesis de las plantas, que son la base última de la alimentación de los animales y del hombre. Por otra parte, esa misma fotosíntesis crea bosques, y su fosilización produce carbón, que junto con la madera es uno de los combustibles que más se han utilizado a lo largo de la historia.

Vegetales y animales fósiles sometidos a intensas presiones y temperaturas durante milenios, producen petróleo, el combustible más importante en nuestros días. Además del Sol, la Tierra recibe la influencia de la Luna. Esto se observa sobre todo en el mar. Las diferentes fases del satélite, en su movimiento alrededor de nuestro planeta, son la principal causa de las mareas, que suponen una fuente inagotable de energía, que no es utilizada tanto como se debiera.

A su vez, nuestro planeta cuenta con enormes cantidades de energía procedentes de la radiactividad natural y de su propia rotación, además de su calor interno. Las erupciones volcánicas son una prueba de ello, y se están estudiando métodos para aprovechar el enorme calor que libera el manto terrestre en ciertos puntos de la superficie.

la energía nuclear

La energía nuclear es tan vieja como el mismo Universo y está presente en todo el cosmos. El sol es una gigantesca central nuclear, lo mismo que el resto de las estrellas que pueblan el universo.

Reservas energéticas

En la sociedad moderna, el ser humano ha aprendido a aprovechar la energía que le ofrece la naturaleza para mejorar su calidad de vida, pero algunas de estas fuentes de energía son limitadas. Se consideran fuentes de energía no renovables, aquellas cuya cantidad es limitada en la naturaleza, como por ejemplo el uranio, el gas natural, el carbón, la madera y el petróleo.

Son fuentes de energía renovables aquellas que son prácticamente inagotables, así que el hombre puede utilizarlas tan intensamente como necesite. Estas fuentes son el sol, el viento, los ríos y el mar. El viento siempre seguirá soplando, aunque su energía se utiliza durante años y años para mover las aspas de un molino.

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