Alrededor del mundo se está produciendo, día a día, un goteo de pequeños emprendimientos en el marco de una política de desarrollo sustentable, en el que las placas solares son las protagonistas principales.
El Ayuntamiento de Huétor Tájar, en la provincia de Granada, ha decidido invertir 30.000€ con el fin de calentar las instalaciones de la piscina cubierta municipal. Y esto que no parece ni una gran inversión, ni un gran logro político dado que las instalaciones principales están ya en uso, sí es una medida inteligente de ahorro y de aporte a la política de reducción de emisiones de CO2 comprometida en el Pacto de Alcaldes contra el cambio climático. Las placas solares serán instaladas sobre la cubierta de la piscina.
Basta recorrer la hemeroteca de los últimos años para ver cómo se han ido llevando a cabo numerosísimos proyectos de instalación de placas solares en impresionantes parques fotovoltaicos y otros de autoconsumo instantáneo. Si hubiéramos de marcar en un planisferio con puntos rojos los lugares donde estos emprendimientos fueron puestos en marcha, seguramente quedaríamos impresionados de cómo se va tiñendo de ese color.
No obstante ello, la profundidad de la crisis económica y su alcance geográfico podría estar diluyendo la intensidad de ese hipotético color rojo de nuestro mapa. Los gobiernos, sobre todo el de España, han suprimido las subvenciones al uso de este tipo de energía, lo que no necesariamente implica que ningún emprendimiento de instalación de placas solares se lleve a cabo.
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