Con 15.500 paneles solares instalados en 17 hectáreas de Nuevo México, el ejército de los Estados Unidos aporta a la conservación del medio ambiente. La energía solar ayudará al ejército a cumplir con una ley federal que requiere que las instalaciones de las fuerzas armadas americanas cuenten con una provisión de energías renovables equivalente a un 7,5% del total que consumen.
El complejo de White Sands en Nuevo México ha costado 16.8 millones de dólares a los contribuyentes americanos. Se espera que los casi 15.500 paneles solares generen unos 10 millones de kw/h (kilovatios /hora) de energía solar al año, que ayudarán a hacer frente a la operación del Polígono de Cohetes que funciona en el lugar; aunque esta producción de energía solar cubrirá solo el 10% de los requerimientos de energía totales del polígono.
Para los defensores del medio ambiente, que muchas veces son antibelicistas, es un paso adelante en la protección del mismo, aunque todas las emisiones de CO2 que generan sus efectivos con las maniobras, combates y operaciones a nivel mundial difícilmente puedan ser compensadas con el emprendimiento de White Sands.
En el mes de Agosto de 2012 el sector encargado de los cálculos de consumo de energía del ejército, el Cuerpo de Ingenieros, fijó las necesidades de energías renovables del mismo para los próximos 30 años en 7.000 millones de dólares. La energía solar y otras renovables, serán provistas y financiadas por el sector privado, cosa bastante previsible en una economía liberal como la americana.
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